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jueves, 8 de julio de 2010

Las pruebas de ADN de los restos de San Rafael se iniciarán a finales de julio



La UMA ya ha culminado el examen genético de los familiares. Se trata del proyecto de identificación más ambicioso del país, tanto por el volumen de víctimas como por su complejidad científica

LUCAS MARTÍN. laopinióndemalaga.es MÁLAGA 8/7/10 La Universidad de Málaga (UMA), en colaboración con la Asociación contra el Silencio y el Olvido por la Memoria Histórica, iniciará a finales de este mes la extracción de pruebas de ADN de los fusilados del antiguo cementerio de San Rafael, donde se han recuperado los restos de 2.840 personas. Los trabajos, técnicamente arduos, suponen la última fase del proceso de identificación de las víctimas , que saldó su primera etapa con el examen genético de alrededor de trescientos familiares.

La investigación, dirigida por el profesor Ignacio Santos, del departamento de Medicina Legal, contará con el concurso de un equipo técnico al que se incorporarán próximamente tres becarios. Según Francisco Espinosa, presidente honorífico de la asociación, la labor se presume compleja por el nivel de deterioro de los restos, acelerado por el uso de materiales de inhumación como la cal viva, que altera las propiedades del tejido óseo.

El proceso vuelve a situar las excavaciones de San Rafael, consideradas pioneras y modélicas, a la vanguardia de la rehabilitación de la memoria histórica. Se trata del proyecto de identificación más ambicioso del país, tanto por el volumen de víctimas del camposanto, el mayor cadalso de la Guerra Civil y la represión franquista, como por la dificultad científica de las pruebas.

Los restos, depositados en recipientes individuales, permanecen en una sala especialmente acondicionada de las instalaciones de Parcemasa, donde se llevará a cabo, en primera instancia, la toma de muestras. Posteriormente serán trasladados a las dependencias de la Universidad de Málaga. La extracción de material genético se fundamentará en las piezas dentales y algunos fragmentos de los huesos que, desde una rejilla antropológica, permiten aventurar hipótesis sobre la identidad y la edad de cada una de las víctimas.

El número de fusilados en el antiguo cementerio, donde las ejecuciones se prolongaron hasta 1957, resulta bastante inferior al que se consigna en los documentos recuperados por el colectivo, que ha localizado, con nombres y apellidos y fecha del fusilamiento, a más de 4.500 personas. Las diferencias legitiman hipótesis como el traslado posterior a sepulturas individuales, consentido, en algunos casos mediante agravio económico, o la petición del Valle de los Caídos, que, de acuerdo con el deán del templo, conserva los cuerpos de 30.000 personas procedentes de fosas comunes.

Las tareas de laboratorio comenzarán presumiblemente por los fusilados durante el año 1937, que acaparan el grueso de la lista negra de San Rafael. Junto a la investigación técnica, los trabajos en el camposanto continúan pendientes de la construcción del denominado Parque de la Memoria y del monumento funerario previsto en el recinto, que ya ha sido esbozado por un equipo de arquitectos. El proyecto, que arrancó oficialmente en octubre de 2006 con la apertura de la primera zanja, cuenta con el respaldo de la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento de Málaga y la UMA. Un consenso casi sin paralelo en el país.

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