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domingo, 27 de enero de 2013

Memoria/Gamarra


Francisco Pimentel - La Voz de Ronda  26.01.2013
Juan Rafael López de Gamarra el otro abuelo de María José Barreiro era Secretario de la Agrupación Socialista de Antequera y siendo practicante de profesión (ahora se dice ATS) fue movilizado y trasladado a Málaga al Hospital de Sangre con su mujer e hijas. El matrimonio como sanitarios y la hija mayor con 16 años como enfermera de un hospital donde llegaban los heridos. Al final intentaron escapar en la evacuación hacia Almería pero a la altura de Motril les hicieron volver a su casa que encontraron saqueada y destruida. A los pocos días fue detenido.

Es una historia paralela a la de mi familia. Mi abuelo y mi padre, también ambos del partido socialista y del sindicato cnt resistieron en Ronda hasta última hora, fueron de los últimos en abandonar Ronda porque mi abuelo decía que él no había hecho nada malo, sino todo lo contrario, había protegido a algunos. Luego en la huía, después de todas las penalidades, frío, hambre, cansancio, les cortaron el paso y les dijeron que volvieran a Ronda que no tenían nada que temer. Igual que a todos. Igual que a López de Gamarra.

¿Pudieron llegar a conocerse? nunca lo sabremos. Pero sí sabemos que a mi abuelo y al abuelo de María José los mataron el mismo día. Uno en el cementerio de San Rafael, el otro en el cementerio de Ronda el 14 de Marzo del 1937. Con otros muchos. Como todos los dias.

Pero hay en María José un nexo que une dos familias, una gallega y la otra andaluza, antes desconocidas. Si la lealtad y el heroismo de su abuelo Manuel Barreiro y sus compañeros a la República hubiera triunfado, las fascistas no se hubieran apoderado del destructor Cervera y nunca hubieran podido destruir, aterrorizar y matar a los malagueños desde el mar. La historia hubiera sido distinta.

En Julio de 1936 el destructor Cervera estaba en dique seco en El Ferrol y quedó en poder de la marinería afecta a la República gracias a la acción de Manuel Barreiro y sus compañeros. Pero el día 21 fue asaltado por oficiales y marinos afectos a los golpistas, lo que lo dejó en manos del bando franquista. Inmediatamente fue enviado a Gijón para ayudar a los fascistas sitiados en el Cuartel de Simancas. Después con el acorazado España y el destructor Velasco bombardearon toda la costa del Cantábrico. El 9 de Agosto hundió el yate británico Blue Shadow. Luego se dirigió a bloquear el estrecho de Gibraltar. El 29 de Septiembre se enfrentó al destructor republicano Gravina. A primeros de Octubre hundió frente a Málaga a dos guardacostas. En Enero de 1937 hundió el mercante de bandera panameña Andra que llevaba diversos cargamentos y burlaba el bloqueo que la flota franquista había impuesto en el Cantábrico. Los días 7, 8, 9 y 10 de Febrero se dedicó a matar a las 150.000 personas que huían por la carretera de Málaga a Almería, ayudado por los buques Canarias y Baleares y por los aviones italianos de Musolini.

Ante las noticias del éxodo, el médico canadiense Norman Bethune que estaba en Valencia se había dirigido a Almería para socorrer a los que huían y escribió: “el Domingo 7 de Febrero del 1937 todo un pueblo en fuga huía de Málaga. La ciudad estaba siendo ocupada por las legiones de italianos y alemanes y por los moros del tercio extranjero”. Cuando comprueba la dimensión de la tragedia, decide desmontar los utensilios médicos de su ambulancia y utilizar el vehículo para rescatar a los niños. Durante tres días con sus noches sin descanso él y sus ayudantes Hazen Size y Allan May hacen incursiones en la carretera para transportar a niños y ancianos que no podían caminar.

El 14.03.2010 María José Barreiro escribió una carta a su abuelo Juan R. López de Gamarra en el 73 aniversario de su fusilamiento en la que expresa el deseo de que se sepa la verdad, la justicia y la reparación, tan irracionalmente escondidas al conocimiento de todos los españoles. 

Francisco Pimentel
Asociación Memoria Histórica de Ronda

Juan Rafael López de Gamarra Orozco
Málaga 9/12/1886-14/3/1937

Del abuelo Juan conservábamos un retrato de un pintor malagueño M. Virel a carboncillo donde tiene un semblante muy demacrado en comparación a otra foto; en este retrato esta vestido de miliciano con la correa cruzada al pecho con fecha de noviembre del 36. Pero como parte de un triste expolio estos recuerdos con los que crecimos ya no están entre nosotros los pocos escrúpulos de algunos han hecho que salieran del entorno de los descendientes de su hija Pilar, conservamos copias y esto nos sirve para honrarlo y recordarlo siempre.

También se conserva una moneda de Estados Unidos de un céntimo con fecha de 1899 del viaje que realizó ha Cuba haciendo escala en Nueva York, antes de nacer la hija pequeña Pilar; ella siempre contaba que su padre había estado en la Estatua de la Libertad.

Que diferente hubiera sido todo si no hubieras regresado y os hubierais instalado allí, aunque no podemos olvidar que por esas tierras también el pueblo sufrió y murió por la libertad.

*24 de marzo de 1937, fecha del certificado de defunción en el que se señala como día de la muerte producida por arma de fuego el día 14 de marzo de 1937. Para que así conste en contra de afirmaciones contrarias que dan como fecha de ejecución sin ninguna base documental el día 13 de marzo y hacen constar la fecha del certificado a día 14.

14/3/2010

Querido abuelo Juan,
Te escribo estas líneas en el 73o aniversario del crimen que segó tu vida y nos dejó huérfanos de ti.
Soy la nieta más pequeña de 12 nietos que has tenido y que no pudiste disfrutar de ninguno de nosotros.
Ninguno somos malagueños ni siquiera andaluces como vosotros, tu hija Carmela tuvo ocho hijos, una niña nacida y fallecida el mismo día de su nacimiento en una fatídica fecha para este país, el 1 de abril d e 1939 en Cartagena, debido a que se casó en Valencia lugar al que llegaron escapando de las tropas fascistas cuando entraron en Málaga, ellas dos querido abuelo Juan llegaron a Valencia por separado como tú ya sabias que iban, la mayor mi tía con el personal del hospital de sangre de Málaga, en Valencia siguió ejerciendo de enfermera titulándose en esta profesión hasta que se casó con un marino mutilado del buque Xauen que pudo escapar hacia Málaga desde las costas gallegas, dada la situación de gravedad que se vivía en el Arsenal Militar de Ferrol pudieron dar la vuelta en alta mar y cambiar el rumbo hacia el sur.
La pequeña de tus hijas Pilar pasó la evacuación de la carretera de Almería con la Residencia Infantil del Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza de UGT para huérfanos en la que estaban alojados niños de todas organizaciones del Frente Popular, donde la ingresaste por tener tan solo 12 años. Cuando eramos pequeños entre finales de los años 60 y 70 todavía sufriendo y padeciendo la dictadura del general sublevado, tu hija Pilar recordaba de forma dolorosa lo que había vivido y sufrido en la carretera de un éxodo de dolor y muerte bajo los bombardeos fascistas de los buques Canarias, Baleares y Almirante Cervera, junto con la aviación italiana; ella recordaba como se tiraban entre las cañas de azúcar de la carretera mientras pasaban los aviones tirando bombas a una población destrozada por el cansancio de tantos kilómetros, hambre, sed, miedo y el horror de ver a los que caían, unos muertos y otros heridos, no tuvieron piedad con la población y no escatimaron armamento en acosarlos hasta la llegada a Almería, allí después de 240 kms. algunos de ellos andando, ya que el autocar en el que viajaba se averió por el camino; llegó a Almería una ciudad desbordada por la población refugiada bombardeada también en esos días, desde allí continuo con la colonia escolar un tiempo en Macastre y más tarde en Venta del Moro, siempre en compañía de tres amigas a las que acompañaba su madre y de las que no se separaba como si fueran su familia. Allí estuvo hasta que los fascistas tomaron Valencia y se hicieron cargo de los niños evacuados, obligando les a aprender canciones fascistas como el himno de la Falange.

A la vuelta a Málaga con 15 años ya acabada la guerra volvió en compañía de un padre que había ido a recoger a su hija y conocía a la abuela sabiendo donde esta se encontraba se la llevó con ellos.

Al llegar se enteró de la peor manera posible de que tú, abuelo, ya no estabas con vida, después de dos años sin su familia en un país en guerra y por los comentarios de la gente al llegar supo que te habían asesinado, no hubo tiempo de que tan dura noticia la recibiera de forma más recogida y resguardada, esto la llevó a quedarse callada durante un tiempo.

A día de hoy, abuelo Juan, Pilar nunca pudo superar tan graves daños y esos daños sufridos por ella los transmitió a su familia después de casarse con un ferrolano al que también habían fusilado a su hermano mayor.
En esos días nunca supimos que le ocurría a nuestra madre pero hoy si le han puesto nombre los especialistas que investigan el trauma intergeneracional, eso era lo que teníamos en casa y crecimos y vivimos con ello, curiosamente salen en la prensa hoy en día, ya en el siglo XXI desde el que te escribo diciendo como un gran descubrimiento que este trauma llega a la cuarta generación...una triste sonrisa me invade al pensar que han descubierto que alguien lo sufría...nosotros siempre lo hemos sabido y vivido pero lo que no sabíamos era como llamarle; ponerle nombre a las cosas ayuda a saber que le ocurría y que le sigue ocurriendo a Mamá, tu pequeña hija Pilar.

Como te conté al principio Carmela tuvo 8 hijos, casada en Valencia por el juzgado al acabar la guerra tuvieron que casarse por la iglesia ya que el matrimonio civil no era válido, aún hoy en día hay quien no se siente casado si no pasa por el altar como les lavó el cerebro el genocida dictador.

Como te dije anteriormente una niña nació y murió en Cartagena el triste día de la victoria fascista, la única niña que tuvo ya que después tuvo 7 varones pero ya nacidos en Ferrol en la tierra del marido a la que se trasladaron a vivir; él tuvo que pasar a la vuelta a casa un juicio en el que fue sobreseida su causa, probablemente el hecho de perder una pierna triste desgracia le llevó a salvar la vida.

Pilar casada con otro ferrolano, después de este exilio a Galicia, a la que se fueron las tres mujeres de tu vida a rehacer sus vidas donde nadie supiera que eran familia de un fusilado y sufrir las represalias en Málaga, se trasladaron a vivir a Vigo donde una hermana mayor de mi padre también se había instalado en esta ciudad por motivos de exilio interior al haber sido su marido expulsado de la Marina y desterrado.

Fito que así llamaban a mi padre en la familia y tu hija Pilar, mi madre, tuvieron cuatro hijos los únicos de la familia que somos de Vigo, ni de Ferrol ni de Málaga.

Vigo, ciudad que como el resto de Galicia sufrió una cruenta represión en la mal llamada zona nacional, allí la dictadura no empezó en 1939 sino en 1936; cuando en las ciudades de la retaguardia se libraba una revolución obrera, en Galicia ya corría la sangre nada más comenzar.

Querido abuelo Juan, he de decirte que me alegró enormemente tenerte a mi lado aunque fuera con una lápida entre nosotros, una lápida nueva en el osario del nuevo cementerio de Málaga donde Mamá trasladó tus restos después de tener conocimiento de que en el antiguo cementerio de San Rafael donde te arrancaron la vida con 50 años dejando solas a tu mujer e hijas, iba a ser pasto de la especulación urbanística y gracias a la labor de los familiares de las víctimas , tus compañeros de prisión, de sumario, de muro y muerte que todavía yacían amontonados en las fosas de este cementerio, se pudo paralizar este proyecto y rescatar los cuerpo de tus compañeros a los que en su día la familia no pudieron recuperar sus cuerpos y a día de hoy esperanzados después de dar por finalizada la exhumación en la que tuve la oportunidad de participar en julio del 2007, 70 años después de tu asesinato, los vi allí, abuelo, los tuve entre mis manos, y lloré, también sentí rabia hacia la humanidad, y crecí como persona en un acto de amor al ser humano como es rescatar a los desaparecidos, allí aprendí de una hija de un desaparecido, ya en la 3a edad, la frase “todos son mi padre” y así he llegado a sentir que todos sois mis abuelos.

Abuelo Juan te sentí a mi lado cuando te visité y te prometí que volvería...

Ma José Barreiro López de Gamarra 2010

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