El alcalde de Alfarnatejo, Antonio Benítez, ayer, en la entrega. :: E. C.
«Sentimos un gran alivio»
SUR.es 18.12.11 - 01:35 - EUGENIO CABEZAS ALFARNATEJO
SUR.es 18.12.11 - 01:35 - EUGENIO CABEZAS ALFARNATEJO
Familiares de tres represaliados de la guerra civil reciben los restos, que han estado desde 1937 en una fosa común en Alfarnatejo
«Por un lado, estamos tristes, pero por otro sentimos un gran alivio porque por fin sabemos que se ha hecho justicia y que nuestro abuelo va a poder descansar en paz, recibiendo digna sepultura junto a su mujer, en el cementerio de Nerja, y no en una fosa común». Con estas palabras definió ayer sus sentimientos Francisco Ramírez López, un jubilado de 69 años que acudió al nuevo cementerio de Alfarnatejo, en compañía de otros familiares, para recibir los restos de su abuelo, Francisco López Contreras, un brigada fusilado cuando tenía cincuenta años, junto a otras dos personas el 18 de febrero de 1937 en un paraje cercano, conocido como Barranco de Mal Infierno.
«Durante muchos años lo único que sabíamos de él era lo que había dejado escrito mi abuela en un papel, que a su marido lo mataron los nacionales en Alfarnatejo, pero nada más», recordó este nerjeño. Junto a él, descendientes de otros dos represaliados al comienzo de la Guerra Civil, a los pocos días de que las tropas nacionales tomaran Málaga capital, también acudieron hasta el nuevo camposanto de la pequeña localidad situada en la Alta Axarquía para recibir los restos de sus seres queridos.
En concreto, allí estuvieron José Alba Rodríguez, cuyo padre, Salvador Alba Luque, de 38 años, era carabinero a las órdenes del brigada Francisco López en el puesto de Colmenar. «Cuando lo mataron yo tenía unos meses de vida, y me he criado siempre queriendo saber dónde estaban sus restos», confesó entre lágrimas mientras sostenía la pequeña caja de madera que le había entregado instantes antes el alcalde de Alfarnatejo, Antonio Benítez (PSOE).
La exhumación de estos restos de represaliados de la Guerra Civil por el bando nacional ha sido posible gracias al esfuerzo y al tesón personal del regidor alfarnateño, que ha contado con la ayuda y la colaboración de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, cuyo representante en la comarca, Miguel Alba, también acompañó ayer a los familiares de las tres víctimas, cuyos cuerpos han permanecido durante estos casi 75 años en una fosa común en el cementerio de Alfarnatejo.
«Fue a raíz de las obras de traslado de los nichos cuando empezaron a aparecer los primeros restos», explicó el regidor municipal, quien dijo que se ha sentido «muy satisfecho de poder colaborar a que estas familias cierren estas heridas abiertas desde hacía casi un cuarto de siglo». «Ha sido algo que nos propusimos en el Ayuntamiento y que por fin, gracias a la labor de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, hemos conseguido», añadió.
La excavación de esta primera fosa se prolongó por espacio de algo más de un año, desde el verano de 2009. Posteriormente, gracias a la colaboración de las universidades de Málaga, Granada y Sevilla, se han realizado las correspondientes pruebas de ADN y antropométricas a los restos hallados, cotejándolos con las muestras tomadas a los familiares, un apartado que ha sido posible gracias a las aportaciones económicas de los mismos descendientes.
El tercero de los represaliados en Alfarnatejo aquel 18 de febrero de 1937 fue Fernando Conejo López, un joven de 18 años que se dedicaba a la venta de productos alimenticios. Conocido como 'Fernandillo', al parecer las tropas nacionales lo fusilaron «por ser de izquierdas», según confesaron ayer dos de sus sobrinos, Purificación y Francisco Conejo.
Cuatro cadáveres más
Además de los restos de estas tres víctimas de la Guerra Civil, en el antiguo cementerio de Alfarnatejo también se han hallado los de otras cuatro personas, los hermanos Domingo y Rafael Cobo Castillo, conocidos como 'Los Garabatos', que tenían arrendado un cortijo en el pueblo y que por testimonios orales se sabe que eran de Fuente Camacho, en el municipio de Loja (Granada), y los de los también hermanos Manuel y Francisco Robledo Sánchez, de 18 y 40 años, pertenecientes a la familia de 'Los Postemas' de Alfarnate y que durante la Guerra Civil fueron encarcelados acusados de ser de izquierdas. Estos restos están ahora la espera de localizar a sus descendientes para poder realizarles las pruebas de ADN y antropométricas.
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