Francisco Pimentel -Asociación Memoria Histórica de Ronda 31/8/13
Estos últimos días, desde el
Lunes hasta ayer Viernes, se han repuesto los materiales de la apertura de las
catas. Todo ha quedado como estaba. Se han cerrado las ventanas por las que
hemos hecho las comprobaciones que nos exige la ley de memoria histórica y por
las que hemos visto un poco del temor, el horror y el terror que sufrieron
nuestros antepasados por defender la república.
Pero nos ha costado y nos sigue
costando un gran esfuerzo abandonar las fosas, el cementerio, a nuestra gente
que asesinada, tirada, amontonada lleva 76 años esperando verdad, justicia y
reparación.
Ya no es lo mismo. Nuestro
corazón sufre. Siempre a sufrido por esta causa. Siempre nuestros pensamientos,
nuestros sentimientos, nuestros actos han estado dominados por esta tragedia.
Aunque no lo supiéramos. Todos víctimas. Toda una sociedad víctima de unos
pocos desalmados. Aunque nos cueste reconocerlo. Aunque no queramos
reconocerlo.
Cuanto esfuerzo perdido. Cuanta
inteligencia desperdiciada. Cuanta valía anulada. Cuanta vida marchitada. Es lo
que se piensa mientras terminamos de pintar la losa. El fondo blanco y la cruz
negra. Como siempre han estado, pero mejor, porque están brillantes, como
recobrando un nuevo álito de esperanza, al ver que por fin empieza una nueva
etapa en que no existen para encubrir sino para cubrir.
Como la tierra roja envolviendo
suavemente sus cuerpos, como el pinsapo alargando sus raices hasta
acariciarles, como Raúl, Antonio, Cristóbal y yo mismo buscándoles para
decirles que ya estamos aquí. Que hemos tardado pero que la dictadura y sus
secuelas ya están siendo superadas. Que su valentía, su resistencia y su
sacrificio no fueron en vano. Que también ahora nos están ayudando a restañar y
curar nuestras heridas.
Verdad, justicia y reparación se
han consagrado en el mundo entero para las víctimas de la iniquidad y debemos
cumplir con nuestro deber de ciudadanos libres, sabiendo que también para
nosotros es un bálsamo revitalizador de la democracia, la justicia y la
libertad.
La asociación se ha incrementado
de nuevos socios. Se ha hecho la Memoria Preliminar. Se ha comunicado al
Juzgado. Y se ha informado a la sociedad. La Junta Directiva y el equipo de
trabajo nos comprometimos con nuestro Ayuntamiento y la Dirección General de la
Memoria Democrática para hacer una labor impecable y lo hemos conseguido.
A pesar de las dificultades que
han sido muchas pero también han sido innumerables las ayudas recibidas de
todos los rondeños y de demócratas y republicanos de otros lugares que han
seguido con atención el desarrollo de nuestras prospecciones.
Como no puede ser de otro modo
tenemos ciertas costumbres arraigadas en nuestra educación que nos impelen para
actuar copiando lo repetido. Mi abuela, toda vestida de negro desde los 40
años, como todas las mujeres que sobrevivieron a la tragedia, analfabeta de no
saber ni firmar, como todas las mujeres de aquella época, tenía una mente
brillante, como todas nuestras mujeres, y me repetía : “nada de vuelta de la
tortilla, nosotros no podemos hacer las cosas como ellos, porque si no, nos
convertimos en ellos y entonces nada habrá valido la pena”.
Quizás sea ese uno de los males
que nos aqueja ahora mismo y la desesperanza que nos agobia. Mientras tanto
para que el patio número 4 y nuestras fosas comunes queden en perfectas
condiciones ya solo queda recortar los setos.
Francisco Pimentel
Asociación Memoria Histórica de
Ronda
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