Como
todos los días desde el pasado mes de Julio hoy he ido al cementerio a
ver la fosa común donde están nuestros familiares. He hablado con mi
abuelo, Frasquito, el bueno, y le he dicho que estamos en nochebuena.
Posiblemente sea su cabeza una de las tres que hemos visto en la cata
número 4 en el sitio que mi padre siempre dijo que fue arrojado junto
con sus compañeros Agustín Heredia, Antonio Avilés y 42 hombres y
mujeres más aquella fría y oscura madrugada del 14 de Marzo del 1937.
Poco
antes en la huía habían llegado andando hasta San Pedro Alcántara.
Refugiados en El Ángel con otros miles de rondeños y serranos pasaron
allí la navidad del 1936 con frío, hambre y temor. Tenían la esperanza
de volver pronto a Ronda. Pensaban que los militares rebeldes y
traidores pronto serían reducidos por los militares leales al pueblo
español. Y así hubiera sido si no es por la ayuda de Hitler y Mussolini a
Franco y sus compinches.
Así
el 6 de Diciembre del 1936 tanto Alemania como Italia deciden enviar
más tropas y armamentos a los fascistas españoles. El día 17 el Vaticano
nombra como encargado de negocios ante los militares sublevados al
cardenal Isidre Gomá Tomás. Y el día 19 de Diciembre, cinco días antes
de la navidad, llegan a Cádiz 3.000 camisas negras italianos al mando
del General Roatta.
La
Nochebuena que es como siempre se llamó a esta fiesta era para todos
una fecha especial: el solsticio de invierno. Para los cristianos es la
Navidad celebración de la natividad-nacimiento de Jesús, igual que en
otras religiones era, también el 25 de Diciembre, el nacimiento de
Horus, Mithra, Buda, Attis, Zoroastro, Dionisio, Krishna, según
Francisco A. Roja y J. Lewis Cohen nos han hecho saber. Para los demás
es la celebración del Solsticio de invierno, día más alejado del sol, el
de menor duración del año. Nadie sabe la fecha del nacimiento de Jesús
pero en el año 345 la iglesia católica determinó que fue el 25 de
Diciembre. De esta forma se cambió el antiquísimo rito pagano del
nacimiento del nuevo año. Se eliminó la fiesta basada en la naturaleza y
se transformó en una fiesta metafísica inventada. Pero sea como fuere
esta época del año siempre ha sido celebrada por la humanidad,
asociándola al calor del hogar, de la familia, de los seres queridos y
en general de la expresión de la parte buena del ser humano.
Pero
el fascismo careciendo de alma y corazón es la excepción que solamente
obedece a lo más vil y arcáico que hay en los hombres: el egoismo, la
especulación, la mentira, la incultura, la muerte... y con este fin los
camisas negras de Mussolini al mando de Roatta avanzaron por la costa
creando junto con los militares franquistas y los moros las navidades
más negras que se puedan recordar.
Todos
estos pensamientos se me convertían en imágenes mientras miraba la losa
que tapa las fosas donde están los mejores rondeños, hombres y mujeres,
valientes, generosos y altruistas, que después de defender Ronda,
sufrir los primeros bombardeos aéreos de la historia, sufrir las
penalidades de la huía con la familia, volver engañados con la promesa
de que al no tener delitos de sangre nada les pasaría...
Y
pensaba en las 77 navidades, en las 77 nochebuenas que llevan en estas
fosas por ser buena gente, por ser socialistas, por ser de la ceneté,
mientras recordaba los homenajes con tantas flores, ramos y coronas, dos
de las cuales, enviadas desde lejos por unos amigos chinos, una en rojo
y la otra en tricolor, aún resplandecían con la luz de la luna que
junto con el pinsapo han venido velando su memoria... tantas
nochebuenas... tantos años... tantos años...
Por
suerte y por el cambio de los tiempos ahora tenemos la ONU de parte de
los pueblos de España y el plazo de un año dado al gobierno para dejar
sin efecto la ley de amnistía e investigar las desapariciones forzadas
cometidas durante el franquismo ya empezó el día 15 del pasado mes de
Noviembre. Hoy quedan 329 días.
Francisco Pimentel
Asociación Memoria Histórica de Ronda
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