Sur.es - 11.01.14 - Antonio J. Guerrero - Antequera
- Su padre, Joaquín Campos Fernández, las dejó con 2 y 6 años en Antequera y un pueblo de Córdoba
- Asisten al acto de homenaje a las víctimas de la contienda civil en el cementerio de San Rafael
Una antequerana de 78 años y una cordobesa de 74, hermanas de un mismo padre pero distinta madre, se conocieron ayer en Antequera. Su progenitor, Joaquín Campos Fernández (Antequera, 3 de enero de 1911), fue un militar de guerra que fue fusilado el 8 de enero de 1941, cuyos restos descansan en la fosa común del cementerio de San Rafael, que hoy recibirá un homenaje en Málaga.
Tuvo tres hijas, de las que dos nunca habían llegado a conocerse ni se habían visto hasta ayer, en Antequera. Dos nacieron en la ciudad del Torcal y, por lo tanto, se conocían (Josefa e Isabel Campos Alarcón, ya fallecida) y la tercera, Remedios Campos Cantador, en Villanueva de Córdoba, sin que lo supieran, ya que eran hermanas de padre, pero de distinta madre. Su muerte dejó a su familia repartida en ambas localidades, a Josefa con seis años y a Remedios con tan sólo dos.
En 2009, los hijos de Remedios, que viven en Valencia, querían trazar su árbol genealógico y averiguar quién fue su abuelo, por lo que decidieron viajar a Antequera. En esta ciudad contactaron con el historiador Miguel Ángel Melero Vargas, experto en la guerra civil, quien les situó ante las pistas decisivas para dar con su paradero. Para ello contactaron con la familia de su tía antequerana, decisiva para el reencuentro.
El primer contacto tuvo lugar por teléfono. Las dos hermanas, las que aún viven, recurrieron a sus respectivos hijos para propiciar un encuentro en persona. Así, esta familia dividida por la guerra, abrió camino para el emotivo momento del reencuentro entre dos hermanas que han tenido que esperar 74 años para conocerse y abrazarse.
Josefa tiene nueve hijos y vive en Antequera, mientras que Remedios reside en Burjassot (Valencia), con sus tres hijos. Hoy sábado se rendirá homenaje junto al resto de víctimas de la guerra, en una tumba donde él descansa junto a su madre, Remedios Fernández López, asesinada también en Málaga el 24 de agosto de 1937.
El historiador Miguel Ángel Melero Vargas afirma que se trata del primer caso de hermanos que se vuelven a reencontrar en la comarca de Antequera, y quizá también los primeros de la provincia, ya que no es común que se dé con el paradero de las víctimas que dejaron familia a ambos lados del frente.
Nada más abrazarse, Remedios le dijo a Josefa: «Tengo mucha alegría, tenía muchas ganas de vernos, desde que supe que éramos hermanas, cada día se hacía más largo, pensando en venir aquí a Antequera a conocerte».
Hasta entonces, sólo habían hablado por teléfono las últimas semanas, desde que hace unos meses, descubrieron que eran hermanas: «Me siento fenomenal, muy contenta, yo lo he dicho siempre, si yo supiera que es verdad lo que una vez me dijeron de niña, a mí me gustaría verla antes de morir», confesaba una emocionada Josefa.
Por su parte, su hermana ahora residente en Valencia apuntaba: «Yo no sabía nada. A mí nunca me dijeron que tenía una hermana, fueron mis hijos quienes lo investigaron. Hablaron con una tía que tengo en Barcelona hace dos años. Hasta el momento sólo sabíamos que mi padre se llamaba Joaquín Campos y era de Antequera, y ella nos dijo que era Fernández de segundo apellido».
Josefa Campos Alarcón tiene 9 hijos, 23 nietos y 9 bisnietos. Tenía una hermana, Isabel, que falleció. Su hija Loli apunta que al saber lo de su hermana de Valencia, ella recordó que «de niña, una tía suya le dijo que tenía una hermana, pero no sabía nada más».
Por su parte, Remedios Campos Cantador tiene tres hijos, los que empezaron a investigar en Valencia. «No tenía noción de nada. Una vez que faltó mi abuela, queríamos saber algo más. Mi madre se mostró interesada, de su padre sabía muy poquito. Sólo sabíamos que era de Antequera y su nombre y primer apellido», destaca su hijo Francisco. Ahora han cumplido su sueño de conocerse en persona.
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