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jueves, 1 de octubre de 2015

Una historia de los nazis en la Costa del Sol

Léon Degrelle, décadas después de 1945, vestido con su uniforme de la Legión Valona de las Waffen-SS

Por Diego Doña Solar en La Atalaya Roja  25/9/15
Mientras los nazi-fascistas genocidas se lucraron y vivieron lujosamente, en toda impunidad, con la complicidad del Estado fascista español, tanto en el franquismo como en la “democracia”, nosotros tenemos que vivir en un zulo de 24 metros cuadrados con un mínimo de ingreso económico para subsistir tanto yo como mi familia.

Léon Degrelle, nazi-fascista belga que se consideraba “hijo adoptivo” de Hitler, líder movimiento nazi belga Rex y jefe de la Legión Valona de las Waffen-SS, condecorado por el propio Hitler y condenado a muerte en Bélgica por colaboración con los invasores nazis, fue protegido por el Estado fascista español hasta su muerte en 1994. Recibió 25.000 pesetas (equivalentes a 2 millones de pesetas de la década de 1980, según contaba el propio Degrelle) con falsos documentos de identidad entregados en 1945, a los pocos años de llegar a España. Además, dirigió una empresa constructora que efectuó numerosas obras para el régimen franquista.

Durante la década de 1950 y hasta 1963 estuvo localizado en la finca de La Carlina, junto al municipio de Constantina, en la provincia de Sevilla, donde llevó a cabo unas obras de construcción de un palacete y unas residencias anexas para él, e hizo negocio construyendo casas para oficiales estadounidenses que ya se instalaban cerca de la Base Aérea de Morón. Cabe señalar que durante la Guerra Civil Española, concretamente el 9 de agosto de 1936, Constantina fue capturada por los fascistas, fusilando a 990 personas. Es el mayor número de fusilados de toda la provincia de Sevilla, excluyendo a la capital. La persona que le ayudó fue José Antonio Girón. El ministro franquista fue el que le buscó ese lugar tranquilo. La ayuda de Blas Piñar, de multitudes de franquistas y la complicidad silenciosa de los “demócratas” hicieron el resto. Desde su espléndida finca en Fuengirola, ejerció con descaro e impunidad la apología del genocidio, el apoyo a la organización neonazi CEDADE y la participación activa en la reorganización del nazi-fascismo en toda Europa. Degrelle, amparado por el falangista Girón, disfrutó de un plácido retiro en Torreblanca del Sol, en Fuengirola, ciudad entre otras en las que residió hasta su muerte a los 87 años en Málaga, bajo la falsa identidad (que le proporcionó el régimen franquista) de León José de Ramírez Reina.

Girón, conocido como “el león de Fuengirola”, se hizo desde 1949 con 67.000 metros de terreno junto al mar en la citada ciudad costasoleña por menos de 200.000 pesetas (según los nacional-católicos, claro). En 1957 seguía acumulando hectáreas, dedicándose a sus negocios urbanísticos y turísticos en la Costa del Sol. Durante el intento de golpe militar del 23 de febrero de 1981, Girón quedó registrado en las cintas grabadas por el ultraderechista Juan García Carrés, donde también se encontraron conversaciones con Carlos Iniesta Cano, ex-director general de la Guardia Civil. Formó junto a Blas Piñar y Raimundo Fernández-Cuesta el grupo denominado como “el búnker”, el ala más inmovilista del régimen franquista y que se consideraban sucesores legítimos de la obra política de Franco. En la década de 1980 su fortuna estaba valorada en 1.500 millones de pesetas. En sus negocios en la Costa del Sol siempre estuvo a su Hans Hoffmann, alias “Juanito”.

Hans Hoffmann, que fue intérprete de la División Azul y de Joachim von Ribbentrop (ministro de Exteriores de Hitler), además de cónsul de Alemania en Málaga. Fue nombrado para ese cargo en 1974, debido a su papel clave en las relaciones entre la España franquista y la República Federal Alemana durante el gobierno de Konrad Adenauer, en la década de 1950. En una lista negra de nazis aparece como “miembro destacado del NSDAP y peligroso agente de la Gestapo. Empleado en el Departamento de Prensa de la embajada de Alemania Occidental en España”. También formaba parte de la red “Werwolf” en España, dedicada a secuestrar alemanes sospechosos de no apoyar al régimen nazi. Esta red la conformaban alemanes que vivían en Madrid y algunos destacados falangistas. Hoffmann vivió tranquilo en España hasta su muerte a los 83 años de edad, en 1998, en Málaga, convertido en un próspero promotor inmobiliario. Este agente nazi era íntimo amigo de José Antonio Girón, cuyos primeros negocios en común se remontan a 1949.

El entonces alcalde de Fuengirola, Salvador Sáenz de Tejada, recomendó a los propietarios de la finca Santa Amalia que vendieran antes de que se les expropiase por una suma ínfima para instalar un campo de fútbol en los terrenos. Los dueños, humildes campesinos, daban todo por perdido cuando les llegó una modesta oferta que, al menos, les permitía sacar 90.000 pesetas de entonces por 36.560 metros cuadrados de terreno. La parcela pasó a ser propiedad de la esposa de Hoffmann por un precio escriturado de 15.000 pesetas. Un año más tarde, se volvió a escriturar por las mismas 15.000 pesetas a nombre de María Josefa Larrucea Samaniego, que daba la casualidad de que era la esposa de Girón. A partir de ahí se sucedieron operaciones similares. Aquello fue el comienzo de un imperio inmobiliario que se traduciría en miles de millones de pesetas de beneficio en las décadas siguientes, incrementados además por la enorme ventaja del urbanismo a la carta del franquismo. Directamente o mediante intermediarios, Girón participó en, al menos, cinco sociedades inmobiliarias (Boquetillo, Iberosur, Proimasa, Proifusa y Sohail) que adquirieron propiedades por 1.000 millones de pesetas en la década de 1970 en municipios como Fuengirola, Marbella o Mijas.

En 1995 muere José Antonio Girón y es enterrado en Fuengirola, localidad en la que falleció a los 83 años de edad. El ex-teniente coronel Antonio Tejero Molina, condenado por la intentona golpista del 23 de febrero de 1981, además de sus antiguos colegas Ramón Serrano Súñer y José Utrera Molina, se encontraban entre los asistentes. También estaba presente la entonces alcaldesa de Fuengirola, Esperanza Oña, del PP. Camisas azules, pelos cortos y engominados, junto a viejos reivindicadores de las JONS, se dieron cita en la misa que ofició el hijo de Tejero (capellán militar) junto a otros sacerdotes. Fuera de la iglesia unos 200 vecinos y seguidores de Girón siguieron la celebración, entre ellos Serrano Súñer, que con sus 94 años de edad a cuestas resumía el pensamiento del Movimiento Nacional franquista: “Queríamos una España modernizada, adelantada, sin tocar sus raíces tradicionales, sino más arraigadas”. Entre aplausos y bajo la entonación del “Cara al Sol” salió el féretro de Girón desde la iglesia, por el pasillo que le formaron jóvenes y veteranos franquistas. Tras la muerte del fascista Girón, Esperanza Oña declaró a la cadena de radio SER lo siguiente: “Girón consiguió socialmente grandes avances, aunque habrá personas que no querrán reconocerlo porque les vayan a tildar de no sé qué”.

José Antonio Girón y Blas Piñar, dos destacados socios económicos de Léon Degrelle y prominentes miembros del aparato político-ideológico más reaccionario del franquismo

No son ningún secreto las relaciones del PP de Fuengirola con la calaña nazi-fascista. Ana Mula, actual alcaldesa tras la renuncia de Esperanza Oña, tiene vínculos muy estrechos con uno de los líderes del neonazismo español. Mula comparte un inmueble con el que fuera número 2 por el Movimiento Social Republicano (MSR), un partido neonazi, en las elecciones al Parlamento Europeo de 2009, el abogado Erik Norling. Este es, asu vez, representante de la Cámara de Comercio Hispano-Noruega de Málaga y socio del despacho de abogados de la alcaldesa de Fuengirola. Norling es autor de varios libros nazi-fascistas. En la presentación de uno de sus libros, el propio Norling manifestó su admiración por Léon Degrelle y reconoció su antigua militancia en CEDADE, grupo neonazi considerado como el mayor de todos sus homólogos de estas características en Europa. El autor afirma que “Léon Degrelle siempre estuvo en primera línea. Durante su larga vida encendió las almas a todos los jóvenes, en especial a los que militábamos en CEDADE”. Además, Norling fue el abogado del nazi Fredrik Jensen, quien consta en los archivos de la Interpol como criminal de guerra condecorado por Hitler, además de secretario de la Fundación “Amigos de Léon Degrelle”.

La novela del farmacéutico malagueño Rafael García Maldonado titulada “El trapero del tiempo” sitúa a varios jerarcas nazis en el origen de la corrupción urbanística que surgió en la Costa del Sol. El autor, cuya casa familiar en la Costa del Sol distaba menos de un kilómetro de la que disfrutó Léon Degrelle, ha asegurado que desde niño ha escuchado historias de corrupción relacionadas con el desastre urbanístico de la Costa del Sol. Según García Maldonado, su novela contiene “varias novelas en una”. Por un lado está la narración de cómo personas que han cometido las mayores barbaridades logran llevar una vida cómoda, “mientras que otras que se han portado decentemente lo pasan bastante mal”, según explica el autor. Murieron con casi 90 años, llevaron una vida cómoda en la Costa del Sol, se hicieron millonarios como promotores inmobiliarios, dieron su nombre a colegios que todavía existen y que siguen llevando sus nombres, y aunque fueron perseguidos por los británicos y algunas organizaciones de judíos cazadores de nazis, lograron esquivarlos bajo el paraguas del franquismo.

Yo soy hijo de inmigrantes malagueños que se marcharon a Bélgica, patria de Degrelle y país donde nací. Soy una persona que se desplaza en silla de ruedas eléctrica, con una “discapacidad” del 99%. Llegué en agosto de 2003 con Barbara, mi pareja, a Andalucía, más concretamente a Fuengirola, y hace casi 32 meses nació Azahara, nuestra hija. Soy autor de cómics, dos de los cuales se han editado en Francia. Soy licenciado en Bellas Artes y profesor de Secundaria en el Área de Educación Plástica y Visual. Desde nuestra llegada, mi vida se ha resumido en una batalla para obtener y/o intentar que se respeten mis derechos, siendo primeramente un cúmulo de errores y/o ignorancia de los servicios sociales en general y de la Junta de Andalucía, que me llevaron a sobrevivir 7 meses sin ningún recurso económico hasta poder, por fin, beneficiarme de una pensión no contributiva durante unos meses, que luego no dudaron en retirarme erróneamente el día que nos dimos de alta en la Seguridad Social por haber sido contratado laboralmente, pero sin ser remunerado. Tras más de 10 meses sin dinero, pasando hambre e intentando no tener que mendigar para subsistir, me devolvieron la pensión. Un proceso de “integración laboral” de las personas con diversidad funcional que se transformó para mí en todo lo contrario, obligándome a vivir en la precariedad más absoluta durante 10 meses. Se me ha denegado trabajar hasta en la ONCE. En 2010 tuve que esperar más de dos años para un simple tratamiento que a día de hoy me dejó secuelas, porque así funciona el sistema capitalista de “Salud y Bienestar Social” de la Junta de Andalucía, en este Estado fascista español.

Frente a tal Estado que condena a una muerte premeditada y lenta al pueblo, lo expolia, engaña, tortura, afama, asesina, que pone en riesgo la vida de mi hija y de su madre, solo cabe levantarse y destruirlo. No quiero ni caridad, ni parches, ni promesas, ni engaños electorales de engendros social-fascistas e izquierdistas. Este Estado fascista español, que subsiste desde 1939 con el culto a la muerte, las cunetas, las fosas, la corrupción, la tortura, el miedo y el engaño al pueblo, se debe derribar ya de una vez. Limpiar de la Península a toda la burguesía y a toda la lacra fascista que ha hecho de este lugar un ataúd como patria del pueblo. ¡Muy pronto estos parásitos entenderán lo que es la lucha de clases!

“No puede haber democracia y libertad en España hasta que se entre a fondo en el problema de la tierra, hasta que se acabe con el poderío de los grandes caciques y terratenientes, hasta que se acabe con la dominación de la Iglesia. Consolidando las posiciones que ya hemos ganado, el pueblo trabajador no se dejará arrebatar sus conquistas, y marchará hasta la consecución de sus fines por los medios que sean.” (José Díaz Ramos, secretario general del Partido Comunista de España entre 1932 y 1942)

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