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sábado, 25 de agosto de 2012

Una imagen en facebook crea indignación y reproche


 
Todos los Nombres de Porcuna (Jaén) 21/8/12
Una imagen colgada en facebook por nosotros el 23 de septiembre de 2011 provoca en los últinos días la indignación y el reproche de los usuarios a los métodos salvajes de la represión fascista durante la guerra. La imagen, tomada de “elcorreoweb.es” (24.10.2009), ha sido compartida entre los internautas 1.042 veces, amén de las realizadas desde los propios muros de los particulares. El debate ha sido acalorado e indignado, permitiendo 68 intervenciones. “Así los trataron, les ataron las manos con alambre de espino. Después, acariciando su nuca levemente les descerrojaron un tiro. Y aún hoy, los vivos, los herederos de tanto dolor y sufrimiento, siguen negando el genocidio más atroz que haya vivido España, junto al de la Inquisición”, reza el título con el que quisimos ilustrar la imagen.

La fotografía es una más de las miles que se tomaron en la excavación de varias fosas comunes en el cementerio de San Rafael (Málaga), la fosa más grande, según los expertos, en Europa Occidental. En ella, tras tres años de trabajo, se han exhumado 2.840 víctimas, aunque en realidad hay contabilizadas 4.471 fusilados (1937-1957) repartidos en varias fosas que fueron saqueadas para trasladar sus restos al Valle de los Caídos, y así suplir, la indiferencia de los familiares de derechas que se negaron al traslado de sus seres queridos al gigantesco mausoleo construido por presos republicanos. La magnitud del crimen no tiene parangón con ningún periodo de la Historia de España (excluyendo quizás los procesos inquisitoriales y los genocidios en Hispanoamérica). Las tropas fascistas, con el apoyo de soldados italianos y mercenarios marroquíes sembraron de cadávederes los rincones más variopintos de la geografía malagueña a partir de la conquista de la ciudad y buena parte de la provincia desde febrero de 1937. Entre los restos exhumados se encuentran niños, mujeres, jugadores de fútbol, militares y una mujer embarazada con un feto de siete meses. Los católicos no faltaron a la gran orgía de sangre, que con el beneplácito de la Iglesia, fueron ajusticiados sin obtener la abosución del cura que acompañaba a los piquetes de ejecución. Entre los restos materiales encontrados destacan crucifijos, medallas de vírgenes y rosarios. ¡Nada fue un impedimento!.

Aspecto de la fosa de San Rafael (Málaga) durante la exhumación.
Fuente: El País

La brutalidad, las torturas y las palizas fueron otra de las tónicas características en los represaliados. Así, por ejemplo, muchos de los cadáveres presentan roturas de huesos, contusiones, o malos tratos, como en el caso de la imagen, donde el reo fue atado a la espalda con alambre de espino. No faltaron tampoco los tiros en la nuca y los de gracia. Entre la munición hallada, demasiadas balas de fabricación italiana, lo que confirma la participación de ésta en el asesinato de españoles.

“Esto no está en los libros”, decía perplejo un adolescente de instituto ante aquél paisaje excavado regado de cadáveres en una visita escolar. Pues no, aún queda mucho para que los libros de texto de los colegios, institutos y universidades recojan con fidelidad la magnitud de la tragedia que sufrieron miles de españoles (y muchos extranjeros) en un país que ha seguido echando tierra cuando alguien ha intentado salir de su tumba para pedir justicia.

Descansen en paz tod@s, y gracias a los que han colaborado con sus comentarios e indignaciones (que son justas y necesarias) para que hoy nos hagamos eco de una pequeña entrada en el facebook de Todos los Nombres de Porcuna, al que estáis invitados tod@s sin excepción.
 

domingo, 12 de agosto de 2012

Feria de Málaga 2012 (11 al 19 de agosto). Caseta de CGT: El Rincón Libertario


Cgt Málaga Federación Provincial
 
La Federación en la provincia de Málaga de sindicatos de CGT se complace en invitar, a las personas malagueñas y que nos visitan durante estos días, a que se pasen por nuestra caseta, EL RINCÓN LIBERTARIO, cita en el Real Cortijo de Torres, en la calle José Blánquez "El Maño" módulo 159 (de cara al Palacio de Ferias y Congresos).

La oferta que presentaremos este año es de una gran variedad y con unos precios excepcionales, que sorprenderan a propios y extraños por la bajada realizada en los mismos, para hacer viable la diversión de la clase trabajadora.
 

Contando con menús especiales, a base de productos suministrados por los mejores proveedores de Málaga, para grupos que quiera disfrutar, en unión de sus familiares y amistades, de un almuerzo y/o cena, todo ello amenizado con buena música y un ambiente CLIMATIZADO que nos permitirá disfrutal sin agobios sofocantes por el calor de nuestra tierra.

Nos merecemos unos días de diversión ya que la clase trabajadora también tiene derecho a divertirse. Vamos a disfrutar de unos días y con ello coger aire para continuar con nuestro proyecto: LA DEFENSA DE LA CLASE TRABAJADORA, QUE LA LUCHA CONTINUA POR LA TRANSFORMACIÓN SOCIAL.

Será muy grato atenderos, salud.

P.D.: No dejéis de mirar nuestros aportes a este evento durante los días de feria, que serán de vuestro agrado (cartel, menús, fotografías, vídeos,...).

domingo, 5 de agosto de 2012

Cuando Hitler hundió un submarino republicano


El sumergible C-3 fue atacado por la flota alemana el 12 de diciembre de 1936 en el marco de la 'Operación Úrsula'. Desde entonces está sepultado en el fondo del mar a pocos kilómetros del puerto de Málaga. Los familiares de las víctimas luchan por reflotarlo pero ningún Gobierno ha accedido.
Público- ALEJANDRO TORRÚS-MADRID 04/08/2012
El U-34, la embarcación alemana que atacó al submarino C-3.
La mañana del 12 de diciembre de 1936 el submarino republicano C-3 se encontraba frente a la costa de Málaga con orden de vigilar el estrecho de Gibraltar. Había que evitar que las tropas rebeldes del norte de África llegaran a la península. El bando sublevado no disponía de flota por lo que la embarcación sólo temía un ataque aéreo. Sin embargo, a las 14:25 horas un torpedo dirigido desde una embarcación alemana partió en dos mitades al C-3, que se hundió en cuestión de segundos con 35 hombres a bordo. Han pasado casi 76 años desde entonces, pero el submarino republicano continúa sepultado a 68 metros de la superficie marítima.
 
“No pedimos dinero. No queremos nada. Sólo queremos que saquen el barco y poder dar sepultura a nuestros familiares, pero ningún Gobierno ha accedido. No sé a qué tienen miedo”, explica a Público Bernardo Ros, hijo del cocinero de la tripulación, que pereció en el accidente.

Bernardo tenía nueve meses cuando su padre murió. Ahora, a sus 77 años puede reconstruir paso a paso las últimas horas de vida del C-3 debido a sus largas conversaciones con el marinero Isidoro de la Orden, uno de los tres únicos supervivientes. “Mi padre mandó a tirar la basura a Isidoro, que se negaba a hacerlo. Tras un tira y afloja, el marinero accedió y salió del barco y salvó la vida”, recuerda Bernardo Ros.

Hundido por la flota de Hitler
La dinámica de la guerra civil, la debilidad del gobierno republicano y el rápido avance de las tropas rebeldes sumió al C-3 en el olvido más profundo. Los sublevados franquistas anunciaron que la tripulación de la embarcación se había cambiado al bando rebelde y bautizaron como C-3 el submarino italiano Torricelli, cedido por Mussolini a Franco. El Gobierno republicano, tras una breve investigación, aseguró que la embarcación se hundió por un problema interno.

“El C-3 fue abandonado a su suerte por la propia República y los militares afines a los fascistas que aún estaban en el ejército republicano. La propaganda fascista desconcertó a los familiares pero, en el fondo, sabíamos que era mentira”, asegura Bernado.

La verdadera historia del dramático final del C-3 llegó 52 años después. En 1988 el historiador naval estadounidense Willard C. Frank, ya fallecido, accedió a los archivos de la Marina de Guerra Alemana y destapó una operación de guerra alemana desconocida hasta el momento: la Operación Úrsula. Una operación ideada por el Alto Mando Naval Alemán con el objetivo de dar apoyo por mar a los sublevados franquistas y de ensayar las tácticas de combate naval de cara a la Segunda Guerra Mundial.

En noviembre de 1936, dos submarinos germanos, los U-33 y U-34, partieron de la base de Kiel con destino al sur de España. Tras alguna intentona fallida, el 12 de diciembre de 1936, el U34, comandado por Harald Grosse, lanzó un torpedo que impactó y hundió al C3 consiguiendo huir sin ser interceptado. Alemania no había declarado la guerra a España y el ataque de su aviación sobre la población de Gernika no fue la única acción militar que el régimen nazi realizó en España.

La lucha por la memoria
Tras la victoria rebelde en la Guerra Civil y el asentamiento del régimen franquista en España, la historia del C-3 cayó en el olvido de la larga lista de víctimas de la guerra y de la dictadura. Sus restos descansaron a 68 metros de profundidad y su relato corría el riesgo de convertirse en una mera leyenda. Hasta mayo de 1997. El abogado Antonio Checa, quien se encontraba pescando por la zona, descubrió una mancha de gasoil que brotaba hasta la superficie.“El hecho me produjo una curiosidad innata. Comenzamos varias investigaciones, medimos la profundidad y la masa del cuerpo mediante sondas. Lo que fuera que estaba ahí abajo medía como un campo de fútbol y pesaba 1.000 toneladas”, relata a Público Antonio Checa.

Un año después, un buque del ministerio de Defensa se desplazó hasta la zona para identificar el descubrimiento de Checa. Se trataba del submarino republicano C-3 que tal y como había demostrado el historiador estadounidense Williard C. Frank había sido atacado y hundido por una embarcación alemana. La hasta ahora versión oficial del Estado español era una pantomima. El abogado checa comenzó a visitar entonces casa a casa a los familiares de las víctimas, quienes pronto se unieron en la Asociación de víctimas del C-3 con el objetivo de reflotar el barco.

“Exactamente eso es la memoria histórica. Las ganas por restablecer la memoria de gente cuyo recuerdo permanece en el ostracismo más absoluto. No es venganza, no es odio. Es devolver a alguien algo que le quitaron hace mucho tiempo”, reflexiona el abogado Antonio Checa.

La negativa de Trillo
Desde entonces, los familiares de las víctimas y Antonio Checa iniciaron un largo recorrido para reflotar el barco y dar un entierro digno a los familiares que aún continúan sepultados entre los hierros del submarino. Sin embargo, sus peticiones se han encontrado con la negativa de los sucesivos gobiernos y cuando todo indicaba que, por fin, el submarino sería reflotado con María Teresa Fernández de la Vega como vicepresidenta llegó la crisis económica para devolver al olvido al C-3.

“Teníamos un plan diseñado. Cedí mis derechos sobre el descubrimiento a la autoridad portuaria de Málaga, que financiaría la extracción con parte de sus presupuesto. Dos empresas reflotaban el submarino y después la embarcación sería expuesta en el puerto. Era como sacar una burbuja desde lo más profundo de la historia de España. Ahora, todo está parado”, reconoce Checa.

Antes, el Gobierno de José María Aznar con Federico Trillo como ministro de Defensa se había negado en rotundo a extraer el barco alegando que "costaba mucho". Bernardo Ros, vecino de Cartagena como el exministro, abordó a Trillo, con antecedentes familiares en la marina española, en varias ocasiones para tratar el tema.

“En un mitin en Cartagena fui a ver al ministro y le dije que era hijo de las víctimas del C-3 y que queríamos sacarlo del fondo del mar. Trillo me miró y solo me dijo; 'Nos cuesta mucho', recuerda Bernardo, quien poco tiempo después se desplazó hasta la iglesia donde el exministro suele acudir a misa y volvió a reclamarle la extracción del submarino. “Le dije que era un mal ministro y un peor cartagenero”, recuerda Bernardo, quien no logra entender por qué ningún gobierno se atreve a sacar del fondo del mar al submarino.

“Dicen que no tienen dinero, pero sí lo hay para barcos que tienen monedas y tesoros. Ese barco contiene el cuerpo de nuestros padres. ¿No pueden sacarlo? ¿A qué tienen miedo? Nosotros no queremos nada. No pedimos nada. Sólo pedimos un sitio en el cementerio donde recordar a nuestros familiares”, concluye Ros.