Marta Sader Málaga 10/5/10
MálagaEl siempre delicado asunto de la memoria histórica española vuelve a despuntar debido a un polémico monolito mallorquín. El asunto ha trascendido en Málaga debido a una carta abierta redactada por la Asociación Foro por la Memoria Histórica de la provincia, que exige a los responsables del Ayuntamiento de Palma de Mallorca la demolición de un monumento erigido en honor a las víctimas del hundimiento del Crucero Baleares.
La asociación esgrime que el monolito debe ser destruido por hacer apología del franquismo dado que, según datos aportados por el Foro, los marinos conmemorados bombardearon al grupo de más de 150.000 refugiados que huían de las tropas nacionales por la carretera de Málaga-Almería.
Para aliviar esta reivindicación, que también es apoyada por el Foro por la Memoria de Palma de Mallorca y varios colectivos independentistas de la ciudad, el gobierno municipal, liderado por la socialista Aina Calvo, decidió el pasado febrero eliminar todos los "elementos de exaltación fascista" del homenaje.
Así, en lugar del escudo preconstitucional y de la leyenda "Mallorca a los héroes del crucero Baleares. Gloria a la Marina Nacional. Viva España" que adornaban el monumento, se instaló una placa en la que se puede leer en cinco idiomas la inscripción: "Este monumento fue erigido en 1948 en recuerdo de las víctimas del hundimiento del crucero Baleares, durante la Guerra Civil (1936-1939). Hoy es para la ciudad símbolo de la voluntad democrática de no olvidar nunca los horrores de las guerras y las dictaduras. Palma 2010".
A pesar de que tanto la sustitución en sí como el propio texto son fruto del consenso de todos los partidos políticos de la ciudad, la respuesta del Consistorio supone "una aberración" a ojos del Secretario General de la Asociación por la Memoria Histórica de Málaga, Miguel Cerón.
Al responsable le parece una ironía que la nueva leyenda del monolito haga alusión a todas las víctimas de la guerra y considera que las demandas de la asociación sólo serán satisfechas una vez que se elimine el monumento en su totalidad, pues para él "sigue siendo un símbolo del fascismo en España".
Sin embargo, parece difícil que la demolición tenga lugar. La Hermandad de ex combatientes Marineros Voluntarios de Palma, acérrima defensora del monumento, sostiene que no se puede derruir ni modificar legalmente porque "fue erigido por suscripción popular".
Así, los hechos atestiguan que el 14 de Marzo de 1938, nueve días después de que el crucero nacional se hundiese en la batalla de Cabo Palos a causa de los bombardeos de la flota republicana, el periódico de Palma 'La Ultima Hora' organizó una recogida de fondos para sufragar el monumento. Se pretendía con él homenajear a los "heróicos" 786 desaparecidos en combate (más de la mitad de la tripulación).
Por ello, la Hermandad asegura que el monumento "sólo honra la memoria de los marinos muertos, no a Franco ni a la sublevación del 18-7-36". Coincide con esta opinión el informe redactado por los profesores de Derecho Constitucional de la ciudad, María Ballester Cardell, y de Derecho Administrativo, Bartomeu Trias.
Por todo ello, y por respeto a la Ley de la Memoria Histórica "igualadora de todas las víctimas y que no reconoce a unas frente a las otra", según la alcaldesa, el Ayuntamiento de Palma de Mallorca no planea derruir el monolito.
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